El producto estrella del sector del turismo (es decir, el motivo de la visita turística), ya sea la naturaleza, un lugar terapéutico, religioso o ecológico, la cocina o el vino, o cualquier otra atracción, resulta idóneo, tal como se ha mencionado anteriormente, para el uso de marcas, diseños, derecho de autor e indicaciones geográficas.
Sin embargo, aunque el producto estrella puede ser el objetivo fundamental de la visita, la impresión final depende de todo un conjunto de servicios que enriquecen y embellecen ese producto, que actúa a su vez de manera recíproca sobre ellos. Así pues, se crea una interdependencia que contribuye al éxito del sector del turismo. Se trata de servicios de apoyo, como los hoteles, los restaurantes, el transporte, las tiendas, los hospitales, la interpretación, las guías, y todos ellos conforman la calidad y la experiencia del “producto”.
Asimismo, conviene tener presente que, del mismo modo que el sistema de PI es un recurso para que las empresas compitan de manera eficaz, el no respetar los derechos de PI de terceras partes podría resultar costoso. Por lo tanto, al elegir una marca, es importante no utilizar un signo que ya pertenezca a alguien; este mismo precepto se aplicaría al uso de material: no debemos utilizarlo si pertenece a un tercero; y, de forma análoga, tampoco se debe acceder ilegalmente a la información confidencial de otras empresas.